domingo, 26 de diciembre de 2021

Ella.

 







Ella.

Aún y así jamás se da por vencida, nunca, aunque no pueda más, aunque se vea en el abismo más absoluto, ella sigue avanzando, aunque respire, aunque descanse, aunque llore para, pero vuelve a seguir y se pone de pie. 


No, no trates de entenderla, no trates de comprenderla, porque hay días en los que se ríe a carcajadas, otros días el mundo se le viene encima por completo, pero jamás tira la toalla, jamás abandona lo que hace, ella no se rinde, eso lo tiene prohibido en su vida porque ella se lo ha prohibido a sí misma; ella no se rinde.


No le hables de cosas efímeras, de sin razones, háblale de sueños, de realidades, de ilusiones, de cariño, pero no de cualquiera; no del que se promete, sino del que se hace real. O más bien déjala en su mundo libre, pero no le cortes las alas para volar.


Si la ves y te acercas y no vas a tolerar sus defectos, sus errorores, sus miedos, su espacio, su tiempo y sus estados de ánimo, mejor no te acerques. Porque ella siempre pudo sola y va a poder siempre. Ella jamás se rindió, acaricia sus cicatrices, las ama con todo sus ser, cura sus heridas y sigue, aunque sea sola.


 


Patri G.

prismagotico.blogspot.com

jueves, 16 de diciembre de 2021

Dejas pasar el instante y ya no puedes hacer nada.

 








"Dejas pasar el instante y ya no puedes hacer nada. Porque también existe eso, el instante: el tiempo trae y se lleva las cosas, de manera arbitraria… A veces ocurre que el instante trae una posibilidad, y esa posibilidad tiene su momento exacto, y si el instante pasa, ya no puedes hacer nada de nada.”

 

Sándor Márai.





A veces tengo miedo de mi corazón

 









“A veces tengo miedo de mi corazón,

de su hambre constante de lo que sea que quiere.

 La forma en que se detiene

 y comienza otra vez,”

 

 

Edgar Allan Poe