lunes, 28 de noviembre de 2016

Poema Agua, Puro Elemento.WORDSWORTH, William (1770-1850)





Poema Agua, Puro Elemento

Agua, puro elemento, donde quiera abandonas
tu mansión subterránea, hierbas verdes y flores
de brillante color y plantas con sus bayas,
surgiendo hacia la vida, adornan tu cortejo;
y en el estío, cuando el sol arde, veloces
insectos resplandecen y, volando, te siguen.
Si falta tu bondad, resuella el bosque, y ciervo
y cierva y cazador con su venablo, juntos
languidecen y caen. No deja de sentirse
en el alma turbada tu benigna influencia;
y tal vez en la entraña marmórea de la tierra,
donde sufren tormento espíritus que lloran
gracia y bondad perdidas, tus murmullos apagan
su angustia ya los tuyos mezclan sus dulces cantos.


Versión de Màrie Montand



Poeta inglés, perteneciente a la primera generación del Romanticismo inglés, representa, junto con Coleridge, el idealista de la Revolución francesa, que se decepciona por sus postreros resultados.
Wordsworth es el poeta de la natuleza, el que muestra a través de un lenguaje familiar, directo, profundo y sencillo la bondad y la belleza que su Creador ha puesto en ella.

Su amistad con Coleridge da lugar a Lyrical Ballads, obra ambos crearon una alabanza a la naturaleza, pero desde puntos de vista diferentes, mientras Wordsworth nos enseña cómo Dios habla a los hombres a través de la naturaleza en sus ocho baladas, Coleridge añade la imaginación, la fantasía en las cuatro que le corresponden. La primera edición de Lyrical Ballads es del 1798; en la segunda, del 1800, añade otros poemas: The Recluse, The Brothers y Michael, además de un prólogo sobre la dicción poética que levantó numerosas críticas. El libro primero de The Recluse fue el germen de The Excursion, que constó de nueve libros (unos 8.800 versos), en los que se ocupa de las sensaciones e ideas de un poeta que vive en su retiro; el argumento es muy sencillo: primero  son las consideraciones del poeta, después las de un filósofo vagabundo, luego las de un solitario pesimista, y también las de un sacerdote.

La segunda generación de románticos, Shelley, Byron , Keats, no tuvo en mucha estima a este autor, al que tacharon de haber abandonado su fe revolucionaria. Sin embargo, la popularidad de muchas de sus obras, veneradas por escritores como M. Arnold y J. S. Mill, atajó tales consideraciones, para situarlo como el poeta de la trascendencia de la naturaleza y de la bondad del hombre.

Fuente http://www.mcnbiografias.com


prismagotico.blogspot.com
 

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