domingo, 12 de marzo de 2017

Beatrice Cenci.















En el mismo lugar donde San Pedro fue crucificado, se alza un pequeño templo, medio griego, medio cristiano: es la iglesia de San Pedro en Montorio. A los pies del altar se halla la losa de una tumba que se identifica por una cruz con una sola palabra: «Orare». Bajo la losa está enterrada Beatriz Cenci.
Hay una mezcla de ficción y de realidad histórica, fundamento de una leyenda en la que se han inspirado tragedias, óperas y novelas, entre otras una de Stendhal, “Les Cenci”. En la galería Berberini de Roma hay un retrato de Beatrice Cenci, atribuido a Guido Reni. 
 

La leyenda evoca la muerte trágica de Beatrice Cenci. En la Italia del siglo XVI los señores feudales cometían toda clase de desmanes. Entre ellos se distinguía Francisco Cenci, quien había asesinado a su esposa con el fin de conseguir los favores de Lucrecia Petroni, una noble matrona romana. Aunque esta se había negado en un principio a sus deseos, terminó por consentir en casarse con él. Los hijos de Cenci, Jacobo, Bernardo y Beatrice, celebraron estas nupcias con la confianza de que su padre mejoraría de conducta, pero no sucedió así, pues pronto se cansó de su segunda esposa y decidió trasladarse a un castillo lóbrego, donde impuso a todos los suyos numerosas vejaciones. La familia se conjuró para darle muerte, sin contar con Beatrice por su virginal candor, y encomendaron la fechoría a un sicario con la promesa de enriquecerle. Al cabo de un año, el asesino, estando a las puertas de la muerte, confesó su crimen y culpó a quienes le incitaron a hacerlo. El papa Clemente VIII ordenó entonces encarcelar a los miembros de esta familia y someterlos a juicio. Estos confesaron su participación en los hechos, salvo Beatrice, que se mantuvo firme en su inocencia, a pesar de sufrir horribles tormentos durante los interrogatorios. No obstante, terminó por admitir su culpabilidad, creyendo que de esta forma salvaría a sus hermanos, pero fue un sacrificio inútil, pues, salvo el hijo menor, los demás murieron en el cadalso. Beatrice supo demostrar en los últimos instantes de su vida un gran valor y serenidad.

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Tradición floral.










Recordar a los muertos es una parte fundamental

Recordar a los muertos es una parte fundamental del ritual asociado con la muerte.

El acto de recordar en forma colectiva cuando nos reunimos en un funeral ofrece la esperanza de que mientras nuestros seres queridos no sean olvidados, su presencia continúa a través de los recuerdos que ellos dejan atrás.


Las flores y el simbolismo que las acompaña ofrecen un tributo viviente a los muertos, algo que las culturas del pasado han reconocido.Por ejemplo, hay evidencia firme de que en la época romana, se han utilizado las flores para adornar los cuerpos.

Referencias Bíblicas.

Según la leyenda, los claveles de color rosa aparecieron por primera vez en la Tierra mientras Jesús llevó la cruz. La Virgen María derramó lágrimas de tristeza y los claveles se originaron de donde cayeron sus lágrimas.
El romero toma su nombre de la Virgen María, ‘Rose de María “, y también se asocia con el recuerdo de los muertos.
Se cree que cuando la Virgen María estaba huyendo de los soldados de Herodes colgó su capa en un arbusto de romero y por la mañana las flores habían cambiado de blanco a azul.
Shakespeare reconoce esta asociación cristiana cuando Ofelia llora la muerte de su padre en ‘Hamlet’ y trae romero para su funeral. “Aquí hay romero, eso es para tu recuerdo. Orar, que el amor, recuerda.’ (Hamlet, 1V.5)
Las flores son también un punto focal unificador para la conversación y el recuerdo, pues su importancia a menudo impulsa el intercambio de recuerdos de los difuntos y ofrece comodidad a la familia. Ellas pueden ofrecer una esperanza de renovación y de un más allá, como lo vemos en la asociación de ciertas flores con la resurrección de Cristo.
Las flores simbolizan el ciclo natural de la muerte y la renovación, por un lado, y también ofrecen una edificante y duradera imagen visual en un día de gran tristeza.


Evidencia Neolítica

La asociación cristiana con las flores y el recuerdo está bien documentado, pero las flores también son anteriores a la muerte de Jesús.
Evidencia de polen ha sido encontrada en cámaras funerarias neolíticas que cubren los cuerpos de los difuntos llevando a la especulación de que el uso de las flores es una indicación de que el hombre prehistórico también creía en la posibilidad de una vida futura.
Así como las flores pueden proporcionar comodidad visual y espiritual, históricamente sirvieron a un propósito más utilitario.
El romero, asociado con la Virgen María, también tenía una finalidad práctica, pues su fuerte olor ayudaba a enmascarar el aroma acre de la muerte.
A lo largo de la historia, se utilizaron flores fuertemente perfumadas y hierbas aromáticas en los entierros y en las casas en las que era habitual arreglar el cuerpo antes del entierro.


Prácticas Victorianas
En la época victoriana, donde el cuerpo del fallecido era presentado en su casa durante varios días, una gran variedad de ofrendas florales era una necesidad.
Los victorianos fueron responsables de algunas de las costumbres que asociamos a los entierros y ofrendas florales en la actualidad. Muchas de las formas de las ofrendas florales se originan en gran parte de este período en el que el tamaño, forma, color y, a veces la grandeza de las flores era una parte importante de al ofrecer tributo.
En las calles de Londres y otras ciudades y pueblos de hoy, todavía es posible ver los coches fúnebres tirados por caballos adornados con grandes y sinceras ofrendas florales en forma de ‘mamá’ o ‘papá’, o tal vez una guitarra o un balón de fútbol en función de los intereses de los difuntos.


Fe y cultura funerarias

Aunque algunas de las tradiciones funerarias que heredamos de los victorianos son todavía populares, Gran Bretaña hoy en día tiene una población más diversa con una variedad mucho más amplia de culturas y religiones. Es importante recordar que en diferentes religiones y culturas, las flores han variando su sentido y significado:
En la fe judía ortodoxa, las ofrendas florales están prohibidas, así como acomodar o plantar flores en las tumbas. Durante los funerales hindúes, las mujeres ponen flores a los pies del cuerpo. Es tradicional para los visitantes que a los familiares del difunto les lleven regalos de fruta en lugar de las flores. Las costumbres funerarias si permiten el envío de flores. En los ritos funerarios islámicos no es apropiado para las flores adornar el cuerpo o ser enviadas a los parientes en duelo. En la tradición china, el crisantemo blanco es un símbolo de lamentación, sin embargo, en los Estados Unidos es considerado como un símbolo de la felicidad y la alegría. El blanco es el color que más se asocia con el luto y las flores, en especial dentro de la tradición cristiana, ya que es un símbolo del amor de Cristo.






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domingo, 26 de febrero de 2017

Enoc y los Vigilantes.



"Cada cosa visible en el mundo
está puesta a cargo de un ángel".

San Agustín








Enoc y los Vigilantes


 

En 2002 el periódico británico The Sunday Telegraph reportó que el Vaticano había prohibido la veneración de aquellos ángeles que no aparecen en los textos aprobados de la Biblia.

Ésta era una tentativa de contrarrestar la influencia de grupos anónimos New Age que estaban supuestamente reclutando a nuevos miembros dentro de La Iglesia Católica.

En el futuro, los rezos eran sólo para ser dirigidos a los tres únicos arcángeles que son mencionados en la Biblia (Miguel, Gabriel y Rafael). Según el apócrifo y prohibido Libro de Enoc éstos fueron los seres angelicales responsables de encadenar a los malvados ángeles caídos, o Vigilantes, que habían transgredido la ley de Dios.

Confesiones de una mujer. Guy de Maupassant (1850-1893)












Confesiones de una mujer.

Amigo mío, me ha pedido usted que le cuente los recuerdos más vivos de mi existencia. Soy muy vieja, sin parientes, sin hijos; puedo, pues, libremente confesarme con usted. Prométame sólo que jamás revelará mi nombre.

He sido muy amada, usted lo sabe; y a menudo amé yo también. Era muy hermosa; puedo decirlo hoy, cuando ya nada queda. El amor era para mí la vida del alma, como el aire es la vida del cuerpo. Hubiera preferido morir a existir sin ternura, sin un pensamiento siempre clavado en mí. Las mujeres pretenden con frecuencia no amar sino una sola vez con todo el poder de su corazón; con frecuencia me ocurrió que amaba tan violentamente que me parecía imposible que aquellos transportes finalizasen. Y sin embargo se extinguían siempre de una forma natural, como un fuego falto de leña.

Le contaré hoy la primera de mis aventuras, en la que yo fui muy inocente, aunque determinó las otras.

Hiperión .Friedrich Hölderlin (1770-1843)





 







Hiperión (fragmento)

¡Feliz naturaleza! No sé lo que me pasa cuando alzo los ojos ante tu belleza, pero en las lágrimas que lloro ante ti, la bienamada de las bienamadas, hay toda la alegría del cielo.
Todo mi ser calla y escucha cuando las dulces ondas del aire juegan en torno de mi pecho. Perdido en el inmenso azul, levanto a menudo los ojos al Éter y los inclino hacia el sagrado mar, y es como si un espíritu familiar me abriera los brazos, como si se disolviera el dolor de la soledad en la vida de la divinidad.

Ser uno con todo, ésa es la vida de la divinidad, ése es el cielo del hombre.
Ser uno con todo lo viviente, volver, en un feliz olvido de sí mismo, al todo de la naturaleza, ésta es la cima de los pensamientos y alegría, ésta es la sagrada cumbre de la montaña, el lugar del reposo eterno donde el mediodía pierde su calor sofocante y el trueno su voz, y el hirviente mar se asemeja a los trigales ondulantes.
¡Ser uno con todo lo viviente! Con esta consigna, la virtud abandona su airada armadura y el espíritu del hombre su cetro, y todos los pensamientos desaparecen ante la imagen del mundo eternamente uno, como las reglas del artista esforzado ante su Urania, y el férreo destino abdica de su soberanía, y la muerte desaparece de la alianza de los seres, y lo imposible de la separación y la juventud eterna dan felicidad y embellecen al mundo.

A menudo alcanzo esa cumbre, Belarmino. Pero un momento de reflexión basta para despeñarme de ella. Medito, y me encuentro como estaba antes, solo, con todos los dolores propios de la condición mortal, y el asilo de mi corazón, el mundo eternamente uno, desaparece; la naturaleza se cruza de brazos, y yo me encuentro ante ella como un extraño, y no la comprendo.

¡Ojalá no hubiera ido nunca a vuestras escuelas! La ciencia, a la que perseguí a través de las sombras, de la que esperaba, con la insensatez de la juventud, la confirmación de mis alegrías más puras, es la que me ha estropeado todo.
En vuestras escuelas es donde me volví tan razonable, donde aprendí a diferenciarme de manera fundamental de lo que me rodea; ahora estoy aislado entre la hermosura del mundo, he sido así expulsado del jardín de la naturaleza, donde crecía y florecía, y me agosto al sol del mediodía.

¡Oh, sí! El hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona, y cuando el entusiasmo desaparece, ahí se queda, como un hijo pródigo a quien el padre echó de casa, contemplando los miserables céntimos con que la compasión alivió su camino.



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sábado, 18 de febrero de 2017

No me voy a olvidar de ti.


Loreto Sesma.


No me voy a olvidar de ti, no me voy a olvidar de ti porque he querido mas a esos ojos que a mis propias manos y eso que con ellas amortiguo cada caída. No me puedo olvidar de ti porque voy a echar de menos cada mísero momento que he pasado riendo contigo, porque cuando eres testigo del asesinato nunca más puedes llegar a olvidar la cara de la víctima. No me olvidaré de ti porque he jurado demasiadas veces que eras el amor de mi vida, porque he llorado más tu vida que lo que voy a llorar jamás por alguien. No olvidaré que he puesto nombre a tus brazos y que los he llamado libertad, porque he sentido estrellas en los dedos cada vez que entrelazábamos las manos porque no he necesitado jamás planos para construir mi vida junto a ti. No me puedo olvidar de ti, porque te he querido a sangre y a fuego, porque me has curado las yagas de tanto morderme las entrañas, porque las legañas de tanta vida durmiendo se me cayeron el mismo día que tú me dijiste te quiero. No me voy a olvidar de ti porque he navegado en muchos mares, me he ahogado en demasiados bares, y ninguno ha conseguido que no acabe pronunciando tu nombre. Los cañones de Espronceda nos han explotado en las manos y ahora miro a los lados y solo veo la polvareda que ha levantado este vendaval de miedo. Ya no se mantenerme de pie en ese punto estratégico que decías que había en los huracanes, en donde no te afecta su fuerza ni nada te arrastraba a la muerte. No me voy a olvidar de ti porque no quiero, porque me pesa más el 10 a la espalda que esta espada que me atraviesa cuando se abre la puerta y la vida me arrastra el paso del tiempo. Este latido no perdona y este 'te quiero' que te digo ya no llega a su destinatario pero si permanece en la memoria. Y si es lo único que queda es lo único que voy a cuidar, para siempre...
Publicado el 27 jul. 2016



Twitter: @loretosesma
Instagram: l.sesma
Mail: naufragio338@



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sábado, 11 de febrero de 2017

Doppelgänger.






Doppelgänger es tu yo desconocido. Este “palabro” es un tanto difícil de explicar. Para ello tenemos que estudiarlo desde dos conceptos un tanto excéntricos. Comenzaremos por el primero, un Doppelgänger es una criatura legendaria cuyo origen es alemán, posee el don de ser una copia idéntica de una persona que elija. Él imita a la persona en todo, incluso en sus características más profundas, no es preciso que coincidan ni en el tiempo ni en el lugar.
La segunda línea de razonamiento presenta un Doppelgänger como un ente malvado, más terrible que el primero. En algún lugar del mundo usted tiene una copia la cual es lo contrario a su personalidad, como una forma de mantener el equilibrio emocional o espiritual. No sería totalmente diferente en sus actitudes, pero de una carga molecular muy contraria.  El encontrárselo significaría la muerte de ambos. Dentro de la tradición germana, ver un Doppelgänger es un augurio de muerte. Tiene cierta semejanza a nuestra Santa Compaña. Si el Doppelgänger es visto por familiares o conocidos es un indicio de la mala suerte.
La leyenda dice que un Doppelgänger no proyecta sombra ni se refleja en un espejo.  Suelen dar consejos mal intencionados para crear confusión respecto a la persona imitada cuando se aparecen a conocidos y familiares de la víctima.

Y tú, tienes un Doppelgänger…



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