¡Qué espectáculo tan amargo y tan solemne es la pompa de los funerales!
La Iglesia colgada de negro, porque un
hombre menos padece la vida; las hachas que se encienden para ojos que no ven;
los cánticos que resuenan en torno de aquél cuyo oído se ha cerrado; los salmos
que se hacen salir de sus labios mudos; el agua que se echa sobre la planta
seca como si debiera renacer; y más lejos, en el cementerio, los homenajes que
se dirigen a un viajero que ha partido ya; esos elogios que se le libran como un
pagaré; las descargas de la mosquetería que parecen anunciar a otro mundo la
llegada de un embajador; los lloros que se dejan caer en la fosa, cuántas
esperanzas, cuántos sarcasmos…
¡Borrad esta última palabra; echar de
menos es creer. No se saluda sino a quien se ve. No se dice adiós sino a quien
te oye….!
prismagotico.blogspot.com
prismagotico.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu participación.
Prisma Gótico