García Lorca
o el multiplicador de belleza.
Presentamos esta biografía de
Federico García Lorca en homenaje a la riqueza literaria y poética que dejó en
la cultura de nuestro país. Por Sergio Basi.
“Nunca he
visto reunidos como en él la gracia y el genio, el corazón alado y la cascada
cristalina... Era un multiplicador de la hermosura”.
- Pablo
Neruda sobre García Lorca.
Federico
Sagrado Corazón de Jesús García Lorca –así fue bautizado el genial literato
conocido normalmente como Federico García Lorca– nace el 5 de junio de 1898 en
el seno de una familia acomodada. El padre, de mismo nombre, se había
enriquecido con plantaciones de remolacha y su madre Vicenta, que provenía de
orígenes muy humildes, había logrado ser maestra de escuela. Tenía mucha
familia por parte de sus progenitores, cosa que posteriormente le serviría como
inspiración para idear los personajes de algunas de sus obras de teatro más
importantes.
Desde
temprana edad García Lorca aprendía y retenía con suma facilidad canciones
populares. Se podía apreciar en él cierta sensibilidad hacia las artes y
desde joven aprendió a tocar el piano, siendo ésta su vocación hasta que se
vio frenada por sus padres, que no le permitieron estudiar en París. Desde ese
momento decidió dedicarse a escribir. Aún así, nunca dejó de mostrarse
públicamente tocando, cantando o bailando y de hecho se conservan discos de
artistas cuyas melodías practicaban sus manos. El político de izquierdas
Fernando de los Ríos sería gran amigo suyo y clara influencia ideológica desde
escucharle tocar a Beethoven. Es claro que esta capacidad musical se manifiesta
enormemente en toda su obra poética, en su ritmo, en su gracia melódica y
fresca.
Todas estas
habilidades e inspiraciones seguramente fueron también las mismas que le
generarían dificultades para destacar en sus estudios de Derecho, aunque la
realidad es que nunca llegó a molestarse realmente en preparar el temario. Lo
cierto es que García Lorca estaba demasiado ocupado en su futuro literario y se
sacó la carrera pero no llegó a ejercer nunca de abogado y siempre obvió
tenerla.
Desde joven se
codeó con figuras culturales de máxima importancia como Antonio Machado,
Manuel de Falla, o muchos otros poetas de la Generación del 27 a la que
perteneció, como Gerardo Diego o Luis Cernuda. También fue gran amigo del
chileno Pablo Neruda y en 1919 conoció a dos personajes importantes en su vida
en la Residencia de Estudiantes: Luis Buñuel y, sobre todo, Salvador
Dalí.
“Por
el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
¡Cómo canta
la zumaya,
ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.
ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.
Dentro de la
fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.”
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.”
Con la ayuda e influencia de Dalí, en 1927 se demuestra también su capacidad para las artes plásticas, llegando a exponer en Barcelona. La relación con Dalí fue estrecha e intensa durante muchos años, le dedicó un poema que conocemos hoy como Oda a Salvador Dalí, hasta que se distanciara y rompiera en 1929. Algunos estudiosos aseguran que la de ambos, fue una relación amorosa, aunque no han quedado pruebas concluyentes al respecto.
Sí fueron amantes suyos el escultor Emilio Aladrén, que lo dejó por una inglesa haciéndole sufrir mucho; Juan Ramírez Lucas, un reconocido crítico de arte; y Rafael Rodríguez Rapún, futbolista del Atlético de Madrid al que presentaba como su secretario desde 1933 y cuya relación se quebró con la muerte del poeta, llevando al joven a alistarse a las milicias populares, con las que moriría exactamente un año más tarde que el amado que le dedicó los Sonetos del amor oscuro o estos cuartetos apasionados y angustiados por los vaivenes emocionales de su pareja:
"Amor
de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte"
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte"
"¡Oh
cama de hotel, oh dulce cama!
Sábana de blancuras y rocío.
¡Oh rumor de tu cuerpo con el mío!
¡Oh gruta de algodón, penumbra y llama!".
Sábana de blancuras y rocío.
¡Oh rumor de tu cuerpo con el mío!
¡Oh gruta de algodón, penumbra y llama!".
"Esta
luz, este fuego que devora.
Este paisaje gris que me rodea.
Este dolor por una sola idea.
Esta angustia de cielo, mundo y hora".
Este paisaje gris que me rodea.
Este dolor por una sola idea.
Esta angustia de cielo, mundo y hora".
García Lorca
conoció a Rapún en la compañía La Barraca, de que el primero era director. Ésta
era una iniciativa teatral con la que se pretendía hacer llegar obras clásicas
de teatro a todos los lugares de España, pequeñas localidades y provincias, más
allá de las grandes ciudades que ya podían contar con ese privilegio. Esto en
sí mismo demuestra el compromiso del poeta que ya desde siempre había mostrado
su sensibilidad por las clases desfavorecidas. Durante la dictadura de Primo de
Rivera ya se posicionó en contra y, posteriormente, se significaría mucho a
favor de la República con sus ideales de acercar la cultura a todo el mundo.
A pesar de
este nivel de compromiso, nunca militó en ninguna organización ni partido
político, sus ideas eran más libres y así se lo dio a entender a su buen
amigo Juan Ramón Jiménez cuando este le invitó a alistarse a las filas de un
creciente partido comunista.
Aún no
perteneciendo a ningún partido político, su posición ideológica era clara y
esto fue su perdición. Estalló la Guerra Civil en 1936 y los sublevados tomaron
rápidamente la ciudad de Granada, en la que se encontraba. García Lorca creía
en la victoria de la República y con obstinación decidió no huir al exilio a
pesar de que se le brindó la oportunidad en dos ocasiones. Desde la toma de
Granada por el bando nacional hasta su fusilamiento, se refugió en casa de
un amigo falangista que trató de organizarle una nueva huida, a la que
también se negó. Así, el 16 de agosto de 1936, Lorca fue detenido.
De este modo
fue cuando la madrugada del 18 de agosto de 1936 una escuadra negra dispara por
la espalda a Federico García Lorca junto a dos anarquistas y un maestro de
escuela. Así el lado más oscuro de lo humano arrebató al mundo a un joven con
enormísima proyección poética, y artística. Así se manifestó lo más terrible
del hombre, destruyendo lo más angelical y grácil que tenía, matando a la
poesía. Sin embargo, él estaba preparado. Siempre lo estuvo. De más joven solía
gustar de escenificar y fingir su propia muerte tumbándose en la cama y siendo
llevado en un ataúd a un cementerio. Estaba obsesionado con ella, verde la veía
y escribía. Él estaba preparado. El mundo nunca lo estuvo y hoy aún nos
sobrecoge la tragedia que alteró el orden natural de las cosas al que apelan
unos versos que protagoniza la muerte en su Romance sonámbulo.
“Verde cama,
pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene en el agua.
La noche se puso íntima
como un pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña."
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene en el agua.
La noche se puso íntima
como un pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña."
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