sábado, 3 de diciembre de 2016

La balsa de la Medusa. Théodore Géricault (1791-1824) .









La balsa de la Medusa.

Se trata de una grandiosa obra finalizada en 1819 que fue pintada al óleo sobre lienzo de un considerable tamaño (491 por 716 cm) y que podéis disfrutarla en el Louvre.
Es una obra que no pasa desapercibida fácilmente, pues la misma está cargada de pasión y fuerza enmarcadas en una situación hostil llena de emoción  y realismo. Además resulta interesante puesto que deviene de un claro puente entre el clasicismo y el romanticismo.  Su presentación, en 1819, provocó un considerable verdadero escándalo que horrorizó a la selecta clase dirigente de la época.
La escena representa la historia auténtica del naufragio de La Medusa, nave de pabellón francés en donde su capitán y sus oficiales se reservaron la totalidad de los botes salvavidas y abandonaron, a su suerte, sobre una improvisada balsa a un centenar de personas entre tripulación y pasajeros que se hundieron en la desesperación, el salvajismo y el canibalismo para poder sobrevivir.
Géricault se atrevió a mostrar un episodio sórdido de la historia contemporánea  con un estilo que se asemejaba a las colosales obras heroicas del pasado tan amadas por los tradicionalistas. Por un lado, en el cuadro se advierte una dosis macabra de realismo en donde el pintor tomó como modelo diversos cadáveres para captar bien los detalles que junto con su pincelada enérgica acentúa la sensación de arremolinamiento garantizando así la emoción del momento.
Por otra parte, los cuerpos y la composición en forma piramidal son clásicos en su estilo. A pesar de la indignación suscitada, el cuadro consolidó la reputación artística de Géricault y tuvo una enorme influencia en otros artistas, sobre todo en Eugène Delacroix.


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Vencer a la muerte es un privilegio a tu alcance.






Vencer a la muerte es uno de los privilegios que he tenido en esta vida, os diré que emocionalmente es muy pero que muy gratificante. El poder competir con esta señora le hace a uno sentirse poderoso y a la vez útil para alguien que está en el umbral de la puerta. El paciente lo considera una deuda impagable.

Espero que os sea útil este video y si algún día tenéis la ocasión, y sale bien,  espero que os sintáis  lo mismo que yo he sentido.


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martes, 29 de noviembre de 2016

Cómo combatir la tristeza tras la muerte de un ser querido.



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La muerte de un ser querido es siempre un acontecimiento estresante. Se llama duelo al proceso de adaptación que permite restablecer el equilibrio personal tras la muerte del ser querido. Aquí detallo algunas recomendaciones:

•La tristeza es un sentimiento lógico y difícil de abordar. Dese tiempo. Cada persona tiene su ritmo y necesita un tiempo diferente para adaptarse.

•Permítase estar en duelo. Impóngase pequeñas obligaciones diarias que impidan su aislamiento e intente realizar actividades gratificantes.

•Mantenga una alimentación adecuada y haga ejercicio, le ayudará a relajarse

•Acepte la realidad de la pérdida, hable con normalidad de cómo se produjo la muerte, de su tristeza, no le importe volver a contar lo que ocurrió, etc.

•Busque el apoyo de familiares y amigos, es importante en esta etapa y si lo considera preciso, el de profesionales que le ayuden a afrontar la situación.

•Deje que surjan los recuerdos y compártalos. El duelo invita a recordar, no a olvidar a la persona querida.

•Exprese sus emociones y sentimientos. Es normal que tenga sentimientos de culpa, soledad, tristeza, alivio, ansiedad, etc. No se avergüence por llorar, recuerde que lo que le ocurre es normal en su situación.

•Intente distraerse y realice actividades que le ayuden a adaptarse a la nueva situación.

•Disfrute de los momentos agradables y alegres sin sentirse culpable. Recuerde que tiene un proyecto de vida propio y derecho a ser feliz.

•Permítase volver a vivir.


  Ángeles García Antón | Vicepresidenta de la Fundación Envejecimiento y Salud de la SEGG


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lunes, 28 de noviembre de 2016

Poema Agua, Puro Elemento.WORDSWORTH, William (1770-1850)





Poema Agua, Puro Elemento

Agua, puro elemento, donde quiera abandonas
tu mansión subterránea, hierbas verdes y flores
de brillante color y plantas con sus bayas,
surgiendo hacia la vida, adornan tu cortejo;
y en el estío, cuando el sol arde, veloces
insectos resplandecen y, volando, te siguen.
Si falta tu bondad, resuella el bosque, y ciervo
y cierva y cazador con su venablo, juntos
languidecen y caen. No deja de sentirse
en el alma turbada tu benigna influencia;
y tal vez en la entraña marmórea de la tierra,
donde sufren tormento espíritus que lloran
gracia y bondad perdidas, tus murmullos apagan
su angustia ya los tuyos mezclan sus dulces cantos.


Versión de Màrie Montand



Poeta inglés, perteneciente a la primera generación del Romanticismo inglés, representa, junto con Coleridge, el idealista de la Revolución francesa, que se decepciona por sus postreros resultados.
Wordsworth es el poeta de la natuleza, el que muestra a través de un lenguaje familiar, directo, profundo y sencillo la bondad y la belleza que su Creador ha puesto en ella.

Su amistad con Coleridge da lugar a Lyrical Ballads, obra ambos crearon una alabanza a la naturaleza, pero desde puntos de vista diferentes, mientras Wordsworth nos enseña cómo Dios habla a los hombres a través de la naturaleza en sus ocho baladas, Coleridge añade la imaginación, la fantasía en las cuatro que le corresponden. La primera edición de Lyrical Ballads es del 1798; en la segunda, del 1800, añade otros poemas: The Recluse, The Brothers y Michael, además de un prólogo sobre la dicción poética que levantó numerosas críticas. El libro primero de The Recluse fue el germen de The Excursion, que constó de nueve libros (unos 8.800 versos), en los que se ocupa de las sensaciones e ideas de un poeta que vive en su retiro; el argumento es muy sencillo: primero  son las consideraciones del poeta, después las de un filósofo vagabundo, luego las de un solitario pesimista, y también las de un sacerdote.

La segunda generación de románticos, Shelley, Byron , Keats, no tuvo en mucha estima a este autor, al que tacharon de haber abandonado su fe revolucionaria. Sin embargo, la popularidad de muchas de sus obras, veneradas por escritores como M. Arnold y J. S. Mill, atajó tales consideraciones, para situarlo como el poeta de la trascendencia de la naturaleza y de la bondad del hombre.

Fuente http://www.mcnbiografias.com


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domingo, 20 de noviembre de 2016

Mi suicidio, Emilia Pardo Bazán (1851-1921)








 

Mi suicidio.
Mi suicidio, Emilia Pardo Bazán (1851-1921)






A Campoamor.


Muerta ella; tendida, inerte, en el horrible ataúd de barnizada caoba que aún me parecía ver con sus doradas molduras de antipático brillo, ¿qué me restaba en el mundo ya? En ella cifraba yo mi luz, mi regocijo, mi ilusión, mi delicia toda..., y desaparecer así, de súbito, arrebatada en la flor de su juventud y de su seductora belleza, era tanto como decirme con melodiosa voz, la voz mágica, la voz que vibraba en mi interior produciendo acordes divinos: Pues me amas, sígueme.

¡Seguirla! Sí; era la única resolución digna de mi cariño, a la altura de mi dolor, y el remedio para el eterno abandono a que me condenaba la adorada criatura huyendo a lejanas regiones.
Seguirla, reunirme con ella, sorprenderla en la otra orilla del río fúnebre... y estrecharla delirante, exclamando: Aquí estoy. ¿Creías que viviría sin ti? Mira cómo he sabido buscarte y encontrarte y evitar que de hoy más nos separe poder alguno de la tierra ni del cielo.


sábado, 12 de noviembre de 2016

Los verderones. Mensaje hallado dentro de una botella.









Los verderones. Mensaje hallado dentro de una botella.

Algunos creen que a nuestra muerte el pensamiento vuela de nuestro cerebro como el ruiseñor de su nido,  y nuestras almas se convierten en verderones que cantan en los jardines de Dios. Yo me figuro que estos pajarillos son las hojas que vienen todos los años, como las golondrinas, a visitar los lugares que han amado, a suspenderse de los árboles que las echan menos; a esparcir sobre los vivos la sombra y la frescura de su morada, y enseñarles con sus murmullos las melodías del Paraíso.

 Si estas esmeraldas cantoras parecen morir en el otoño, es para decirnos que la tierra no se ha hecho para nosotros, y no debemos permanecer en ella más que un instante; pero no mueren en realidad, son los  enviados del Señor que retornan a sus florestas y sus bosques del cielo.
Es un error de palabra el decir que mueren las hojas “simplemente se ausentan”.


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