CELOS
Tengo celos de ti, ¿por qué negarlo?
Tengo celos de ti; celos rabiosos
Celos de la sonrisa de tu boca
celos de las miradas de tus ojos.
Cuando yo no te oigo, ¿cómo hablas?
Cuando yo no te veo ¿cómo miras?
Cuando no estoy delante ¿cómo suenan
los aúreos cascabeles de tu risa?
Tú sabes que en los ojos de los hombres
hay miradas impuras
que unas veces parece que acarician
y otras veces parecen que desnudan.
Cuando un hombre te mira de ese modo
cuando te envuelve una mirada de esas
y sientes que resbala por tu cuerpo
¿qué es lo que piensas, di, qué es lo que piensas?
Cuando tengo mis manos entre tus manos
yo sé como tu carne se estremece
cuando es la otra mano que te oprime,
¿qué es lo que sientes, di, que es lo que sientes?
Yo puedo adivinar qué pensamientos
laten en ti cuando de mí te acuerdas
cuando es de otro el recuerdo que te asalta
¿qué es lo que sueñas, di, qué es lo que sueñas?
Yo te he visto mil veces temblorosa
ante el fervor de mis ardientes frases,
con los divinos ojos entornados
y los húmedos labios anhelantes.
Embaída de amor, desvanecida
cuando yo soy el que de amor te habla,
si las palabras son las mismas, dime;
¿cómo te suenan de otros las palabras?
Tú juras que me has dado
tu corazón, tu cuerpo y tu cariño
pero nunca sabré si tras tus ojos
se esconde un pensamiento que no es mío.
¡Y qué me importa tu cariño entonces!
¿Qué vale la escultura de tu cuerpo?
¡Si son los pensamientos de tu alma
como villanos que arrebata el viento!
Autor: Pedro Mata Fontanet (España)
(Tarragona, 14 de junio de 1811 - Madrid, 27 de mayo de 1877)
Tengo celos de ti, ¿por qué negarlo?
Tengo celos de ti; celos rabiosos
Celos de la sonrisa de tu boca
celos de las miradas de tus ojos.
Cuando yo no te oigo, ¿cómo hablas?
Cuando yo no te veo ¿cómo miras?
Cuando no estoy delante ¿cómo suenan
los aúreos cascabeles de tu risa?
Tú sabes que en los ojos de los hombres
hay miradas impuras
que unas veces parece que acarician
y otras veces parecen que desnudan.
Cuando un hombre te mira de ese modo
cuando te envuelve una mirada de esas
y sientes que resbala por tu cuerpo
¿qué es lo que piensas, di, qué es lo que piensas?
Cuando tengo mis manos entre tus manos
yo sé como tu carne se estremece
cuando es la otra mano que te oprime,
¿qué es lo que sientes, di, que es lo que sientes?
Yo puedo adivinar qué pensamientos
laten en ti cuando de mí te acuerdas
cuando es de otro el recuerdo que te asalta
¿qué es lo que sueñas, di, qué es lo que sueñas?
Yo te he visto mil veces temblorosa
ante el fervor de mis ardientes frases,
con los divinos ojos entornados
y los húmedos labios anhelantes.
Embaída de amor, desvanecida
cuando yo soy el que de amor te habla,
si las palabras son las mismas, dime;
¿cómo te suenan de otros las palabras?
Tú juras que me has dado
tu corazón, tu cuerpo y tu cariño
pero nunca sabré si tras tus ojos
se esconde un pensamiento que no es mío.
¡Y qué me importa tu cariño entonces!
¿Qué vale la escultura de tu cuerpo?
¡Si son los pensamientos de tu alma
como villanos que arrebata el viento!
Autor: Pedro Mata Fontanet (España)
(Tarragona, 14 de junio de 1811 - Madrid, 27 de mayo de 1877)
Los celos representan una de las
emociones más naturales o esenciales y al mismo tiempo, una de las más oscuras,
dañinas e incómodas que existen. este sentimiento es inherente a la condición
humana desde tiempos ancestrales, siendo por ejemplo una temática recurrente en
la mitología Griega o en las narraciones de la Biblia (donde aparecen en
innumerables oportunidades como un mal en los hombres). Hay quienes creen que
los celos son otra forma de envidia pero, a diferencia de
esta, los celos aparecen más bien como un temor, como el miedo a perder
determinada cosa, objeto, función o relación, entre otras cosas. Entonces
podemos diferenciar estas emociones al tener en cuenta quiénes
o qué cosas entran en juego. Así, decimos que la envidia se refiere a algo que
alguien más posee mientras que el celo refiere al temor ante la posibilidad de
perder algo que nosotros poseemos. Los
celos son una respuesta emocional inherente a la naturaleza de los
Hombres, donde tanto en hombres como en mujeres ocurre de la misma manera y está
ligado a una cuestión muy simple: buscar proteger lo que se quiere.
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